15/11/2025
Los recuerdos de la infancia de Dibu Martínez y su hermano Ale: “Como yo era el más grande, lo mandaba al arco”
Fuente: telam
De chicos sufrieron el desarraigo cuando la figura de La Scaloneta emigró de Mar del Plata a la pensión de Independiente, a los 12 años. A pesar de las distancias, siempre fueron inseparables
>Los hermanos Martínez mantienen un vínculo tan fuerte que las distancias jamás complicaron su relación. Desde muy chico, a los 12, Emiliano debió sufrir el desarraigo para dejar a su familia de Mar del Plata e instalarse en la pensión de Independiente. Y en su adolescencia, el desafío fue todavía más complejo, dado que esos 415 kilómetros que separan a La Feliz de Buenos Aires se convirtieron en más de 11.000 km, cuando el joven arquero decidió apostar por su carrera en Inglaterra.
Él es dos años mayor que el Dibu, y durante su infancia su sueño era ser delantero. Tal vez por aquellos penales improvisados en los que le pedía a Emiliano que atajara sus remates, comenzó (sin darse cuenta) la formación del arquero que se consagraría campeón del mundo en Qatar. “Jugábamos todo el día a la pelota; y como yo era más grande lo mandaba al arco. Él no podía decir nada”, reveló entre risas.
“Fuimos juntos como espectadores y estuvo bueno vivirlo de esa manera. Los argentinos somos así: sentimos el fútbol de una manera muy especial. En ese momento él no tenía la posibilidad de estar en la Selección y ahora lo disfrutamos desde adentro“, recordó el mayor de los Martínez.
Afianzado bajo los tres palos de Villa Park, en el último mercado de pases el Dibu coqueteó con varias potencias de Europa, pero los Villanos lo convencieron para que se quedara en Birmingham. Y como en breve comenzará una nueva ventana de transferencias, muchos especialistas especulan sobre un posible futuro involucrado en otro equipo. Sin embargo, su hermano se encargó de desestimar las versiones que surgieron desde el Viejo Continente: “Él está muy contento y tiene contrato con el Aston Villa. Tiene que respetar al club y por ahora se va a quedar ahí“.
Alejandro Martínez es un apasionado por el deporte. Si bien en sus inicios intentó con la pelota, siempre tuvo un amor incondicional por el automovilismo. La Chevi que preparó con su familia fue una dosis adicional para fomentar su faceta más tuerca. Y en la actualidad encara los circuitos del TC Pista Mouras, en donde en más de una ocasión se subió a lo más alto del podio. “Toda la vida estuve ligado al fútbol, pero hace dos años adopté la pasión por los fierros y me encanta”, reveló.
A pesar de tratarse de un un deporte de alto riesgo que adquirió de adulto, el apoyo incondicional de su familia representa el combustible ideal para seguir peleando por sus sueños. “Mi viejo lo disfruta mucho, y respeta las decisiones que tomamos porque ya somos grandes. Él nos acompaña en lo que puede. Siempre viene a las carreras y también viaja seguido para ir a los partidos de Emi. Son las actividades que cada uno eligió“.
Pero antes de despedirse aclaró que todo se trató de una puesta de ficción: “Mirá que el que giró no fue Emiliano. Fue un doble. Él tiene prohibido hacerlo por contrato. Ojalá que el día de mañana pueda correr”. La propuesta quedó sobre la mesa: así como alguna vez intérpretes como el Piojo López, el Tano Pernía, el Pato Abondanzieri o el Pipa Estévez se aferraron al volante después de colgar los botines, quién puede asegurar que el Dibu se cambie los guantes y se atreva a acelerar por el asfalto argentino. Pero para eso falta mucho.
Fuente: telam



