El mensaje recuerda que antes de ser incorporadas al calendario obligatorio nacional, “todas las vacunas atraviesan evaluaciones rigurosas que garantizan su calidad, seguridad y efectividad. Su aplicación debe realizarse a lo largo del tiempo pediátrico con esquemas precisos y en poblaciones de riesgo identificadas”.

“El cumplimiento de los esquemas de vacunación es imprescindible para evitar enfermedades graves y muertes prevenibles. La interrupción en la aplicación sistemática de las vacunas conlleva un rebrote de enfermedades ya controladas. No aplicar las vacunas del Calendario implica riesgos innecesarios en la salud de la población”, concluye la comunicación.

Todo el evento generó revuelo y el repudio por parte de referentes del ámbito científico y sanitario, que expresaron su preocupación por el impacto de estos mensajes en la salud pública. En medio del revuelo por la actividad, el ministro de Salud, Mario Lugones, compartió un mensaje el jueves pasado para defender la vacunación.

El nuevo comunicado oficial forma parte de una estrategia para reforzar la confianza de la población en la inmunización, pero esta vez a partir de un apoyo multipartidario y federal. La iniciativa surgió, de hecho, por impulso de otros ministros de Salud, como el de la provincia de La Pampa, el peronista Sergio Ziliotto.

La propuesta fue sumando adhesiones en las últimas horas. Al parecer, se dio plazo hasta el mediodía del sábado para adherir. Sin embargo, la metodología generó malestar en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito opositor del país. El gobierno que encabeza Axel Kicillof dijo que fue “marginado” del mensaje por parte de la Casa Rosada.

“La PBA obviamente apoya a las vacunas y la vacunación. Solo nos marginaron del comunicado. Evidentemente, no están a la altura de las circunstancias. Además del comunicado, provean las vacunas, impulsen planes de implementación e inviertan en difusión y promoción”, se quejó el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. Junto al mayor distrito del país, Formosa fue la otra provincia peronista y de perfil opositor que no formó parte de la comunicación.

Ante el posteo de Kreplak, fuentes cercanas al ministro Lugones aclararon a Infobae que “nadie marginó a nadie”, y que los 24 ministros de Salud provinciales estaban al tanto del mensaje. “Todo se manejó en el grupo de WhatsApp del COFESA, donde están los 24 ministros del país. Todos estaban en tema”, remarcaron. “El que no adhirió fue porque no quiso”, reprocharon.

Pese a este aparente cortocircuito, desde La Plata insistieron que un “comunicado tan importante no se puede resolver por WhatsApp, de noche y omitiendo a la provincia más importante del país”. Y plantearon que algunos contestaron y “otros no”, pero que la intención era que fuera unánime. “Fue deliberado”, subrayaron desde la cartera de Kreplak.

Lo cierto es que esta respuesta institucional llega en medio de la creciente escalada de desinformación sobre la eficacia de las vacunas y sus efectos colaterales, que creció en el mundo en la última década, pero desembarcó con fuerza en Argentina a partir de la pandemia de COVID-19.

Los datos ponen en riesgo la estrategia sanitaria ante las poblaciones más vulnerables frente a la aparición de viejas patologías que se creían desterradas. Para enfermedades como el sarampión, se requiere al menos un 95% de cobertura en la población. Argentina no registra casos confirmados desde el último brote que finalizó a finales de junio de 2025, pero la persistencia del virus en Canadá causó que el continente

Fuente: telam