09/12/2025
Milei en Palermo: el saludo que fue y el saludo que no fue
Fuente: telam
El Presidente estuvo el fin de semana en la noche del Abierto de Polo
>La presencia de Javier Milei terminó de convertir la noche del Abierto en algo más que una final de polo. El Presidente llegó rodeado de funcionarios, asesores y empresarios cercanos al mundo del campo y las finanzas, se sentó en el centro de la escena y convirtió el palco en un escenario político. Desde allí aplaudió, se inclinó sobre la baranda, señaló a Cambiaso, lo esperó a pie de campo y lo abrazó ante las cámaras. Hubo sonrisas, palmadas en la espalda y una foto larga, repetida desde todos los ángulos: el máximo dirigente del país junto a la máxima figura del polo moderno, en el corazón de Palermo.
El contexto hace que esa escena pese todavía más. Pieres llega a este final con un año deportivo adverso y con un frente económico e institucional que ya no se puede disimular: una estructura costosa de caballos, campos y organización, compromisos financieros crecientes y la necesidad permanente de sostener sponsors, favores y vínculos. En ese marco, la clausura reciente del predio por la organización de un torneo sin las habilitaciones correspondientes no fue sólo un trámite administrativo: fue una señal de alerta sobre cómo se gestionan los límites en un ambiente que siempre se creyó por encima del control estatal. De pronto, un apellido histórico del polo quedó expuesto ante inspectores, expedientes y multas, y ya no sólo ante árbitros y espectadores.
En ese tironeo, la retirada anticipada de Palermo, antes de la premiación y sin esperar a que sus hijos recibieran las medallas, no se lee únicamente como bronca por el resultado. Es el gesto de un dirigente deportivo que siente que pierde terreno en todos los frentes: en el marcador, en la mesa chica del polo, en la relación con la Asociación y en el vínculo con el poder político. Perder una final duele; perder capacidad de negociación, mucho más. Desde el palco, la comitiva presidencial fue testigo de esa escena: un hombre que se va sin mirar atrás mientras el Presidente elige posar con otro. La foto de Milei con Cambiaso funciona como ratificación de una figura en ascenso perpetuo, mientras que la ausencia de saludo a Pieres condensa su fragilidad: el hombre que necesita interlocución con el Presidente se queda, por una noche, golpeando una puerta que no se abre.
En ciertos mundos, el resultado deportivo ya no alcanza. También hay que sostener el crédito económico, la habilitación institucional y la cercanía con el poder político. Milei, con sus gestos y su comitiva, eligió claramente dónde invertir esa cercanía. Pieres, esta vez, quedó del lado de afuera de la foto y dejó a la Asociación frente al espejo: decidir si sigue orbitando alrededor de los mismos nombres o si se anima, por fin, a cobrarles también a ellos las faltas.
Fuente: telam



