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11/12/2025

Juana Libedinsky: “Jane Austen mostró una época en que se casaban por razones económicas, hoy por una visa”

Fuente: telam

Los bailes, los amores y la crítica social se unen en la autora inglesa que nació hace 250 años y sigue teniendo clubs de fans. Un nuevo libro le hace honor

>Ella, la que habla ahora, se llama Juana, nació en Buenos Aires en 1973. Y ella, sobre la que Juana escribió un libro, también se llamaría Juana, pero se llama Jane, se llama Jane Austen, nació en el Reino Unido casi dos siglos antes que Juana la de Buenos Aires y es una de las grandes escritoras del siglo XIX, rabiosamente vigente con títulos como Orgullo y prejuicio. Juana y Jane son distintas, pero algo las une. Es un libro y se titula Queremos tanto a Jane.

Juana Libedinsky -autora de ese libros- ha sido hasta ahora, sobre todo, periodista. Es argentina pero vive en Nueva York. Descubrió los libros de Austen de chica, en la casa de una tía inglesa. “Eran historias de mujeres inteligentes que encontraban el amor en una sociedad restrictiva, llenas de diálogos brillantes y finales felices. ¿Qué más se podía pedir?“, cuenta en su libro.

Después de esa mirada sobre el amor, Libedinsky encontró otras cosas en Jane Austen: “Es una aguda observadora de la clase, el género y el dinero. Sus novelas están llenas de ironía: sobre el mercado matrimonial, las limitaciones impuestas a las mujeres, la hipocresía”, escribe.

Libedinsky se ríe del chiste y está aquí para hablar de su pasión.

-Hay muchísimas explicaciones, una es que Jane Austen vivió, se murió muy joven, a los cuarenta y pico, no se casó, dejó nada más que seis novelas canónicas y la hermana quemó todas sus cartas o casi todas las cartas. Entonces no queda mucho rastro de lo que ella pensaba en la vida real. Solo queda este puñado de novelas que tienen elementos que pueden ser interpretados de formas radicalmente distintas. Algunos la ven como hiperconservadora, otros como una radical feminista, o como alguien que no está metiéndose para nada con la realidad del mundo y solo se concentra en lo que pasa en una pequeña aldea. Y están los que ven que en realidad todo esto es un simbolismo y hay señales muy evidentes de que en realidad se está haciendo eco de todo lo que pasa en una época tremendamente turbulenta como son las guerras napoleónicas.

-Hay una Jane para cada gusto...

-Podés encontrar lo que quieras en sus libros, pero también en su figura. Entonces, por un lado, es como un espejo de uno mismo. Lo que vos quieras encontrar lo podés encontrar pero, a la vez, nadie te lo va a certificar del todo. Y esa especie de enigma creo que es lo que da esta sensación de gran placer y felicidad porque encontrás lo que buscabas, pero con incertidumbre y hay que seguir buscando.

-Yo soy supersocial, hablo con las paredes y siempre pensé que el límite eran los libros: el único momento en que no estaba hablando con quien sea, con quien fuera, era cuando estaba con un libro sola. Y de golpe descubrí esta especie de secta. Cuando empezás a decir que sos superfanática de Jane Austen, en los lugares menos esperados ves que a alguien se le ilumina la cara y que empieza a decir: “Yo también, yo también”. Pero nadie sabe, en realidad, por qué te gusta tan desesperadamente. Están estos Janeites, pero no necesariamente atados a la letra sino a lo que Jane Austen puede simbolizar: una época tranquila, escapismo, vestirnos con cierta ropa...

-Me atrevo a pensar que puede haber hasta una reivindicación a futuro de la novela romántica, que hoy es vista como una novela de entretenimiento, pero quizás no estamos viendo todo lo que se puede leer ahí. Y Jane Austen sería un ejemplo de eso.

-Y, además, algunas de los arcos narrativos típicos que leemos ahora tiene un origen muy marcado en Jane Austen, por ejemplo, el de “de enemigos a amantes”, que es lo que se ve en Orgullo y prejuicio. Pero El diario de Bridget Jones la serie Crepúsculo y hasta Cincuenta sombras de Gray, son todas variaciones de Orgullo y prejuicio. Una de mis favoritas que es Persuasión, una novela de las segundas oportunidades, algo que no funcionó pero no todo está perdido. Sobre eso se puede seguir reinventando tanto ...

-Lo pensé. De hecho, esa era la idea original que tenía para Planeta hacía muchos años y después me encontré que el espíritu periodístico gana, que al final lo que quería era reportar sobre no solo lo que la gente lee, sino toda esta cosa de este grupo de fans tan anteriores a cualquier otro fan. Encontré que existía esta señora que se llama Mirta Inés Trupp que vive en Las Vegas, pero es hija de un empleado de PanAm, entonces vivían entre la Argentina y Estados Unidos, que fue una vez al Museo Histórico Nacional y encontró un cuadro famoso de Mariquita Sánchez de Thompson, cuando tocan el himno por primera vez, y vio que todas las señoras estaban vestidas con corte imperio, como sacadas de cualquier película basada en un libro de Jane Austen, y todos los hombres estaban vestidos con estos bicornios en la cabeza. Y empecé a investigar y este Thompson tenía mucha conexión con toda la estructura anglo. Entonces, en esta novela Persuasión hay un momento en el cual el marino queda despechado y desaparece por-varios años y al final vuelve y se reencuentra con su amor. Entonces Mirta dijo: “Seguro que estuvo con los ingleses que estaban en el Río de la Plata y que fueron los criollos los que lo convencieron de volver”, y escribió un libro sobre eso.

-Las películas reinterpretan a Jane Austen. ¿Cambia lo que cuenta, sus connotaciones?

-Totalmente, si ves el primer Orgullo y prejuicio fue en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial y después de Lo que el viento se llevó. como había andado bien Lo que el viento se llevó, usaron esa estética que parecía mucho más al sur de Estados Unidos que a la época de la regencia en Inglaterra. Y no es gente tan rica, es gente que se está viniendo a menos. En Orgullo y prejuicio específicamente porque son cinco chicas y hereda todo un pariente masculino. No pueden heredar las mujeres y parece que a ninguna la van a lograr casar, que era la forma de salir de una situación económicamente muy complicada en esa época. Pero hacen parecer que Inglaterra es muy civilizada, todo maravilloso, muy prolijo, estilizan todas las relaciones y la forma en que hablan los personajes. Lo que dicen los estudiosos es que había un objetivo político detrás, que era mostrar cómo Inglaterra era la civilización, porque había que convencer a Estados Unidos de meterse en la Segunda Guerra. Entonces esos eran los valores que Estados Unidos estaba entrando a defender. Y es totalmente distinto a cualquiera de las adaptaciones posteriores.

-Es muy fácil para nosotros decir: “Ay, qué horror, esta gente no se casaba por amor, cómo hemos evolucionado” y demás. Y de golpe, una directora de, de cine que es de la India pero vive en Estados Unidos me decía: “Mirá, muchos de mis amigos se están casando para conseguir el permiso de residencia”. Y de golpe, si uno trabaja en las artes, ¿sabés que es mejor que tu pareja no trabaje en las artes sino en algo que tenga un ingreso más estable, porque si no es muy difícil vivir en ciudades tan caras como Nueva York, donde, si estás en las artes, tenés las oportunidades de trabajo? >-¿Vamos a tener una otra generación de fanáticas y fanáticos en treinta, cincuenta años, o ya está?

Fuente: telam

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