24/12/2025
La NASA identifica en Marte una roca con posibles huellas de vida microbiana: cuál es el origen de sus extrañas marcas y materiales
Fuente: telam
El descubrimiento de la formación Cheyava Falls en el cráter Jezero abre nuevos interrogantes para la astrobiología, mientras simulaciones en laboratorios terrestres buscan dilucidar si los orígenes de patrones hallados en el planeta rojo son biológicos o químicos
>En 2024, el equipo científico de El reporte de este hallazgo por Scientific American ha impulsado ensayos en laboratorios terrestres que buscan entender si su origen corresponde a antigua vida microbiana o a meras reacciones químicas inorgánicas. La Cheyava Falls evidenció particularidades comparables a formaciones terrestres asociadas con la vida microbiana.
Los investigadores detectaron pequeñas esferas oscuras compuestas de vivianita —mineral con hierro en estado reducido, Fe(II)— y áreas mayores delimitadas por bordes oscuros e interiores con vivianita y greigita, este último con sulfuros. Estas “semillas” y “manchas” son consideradas por el equipo como auténticas huellas geoquímicas ligadas a reacciones redox, un fenómeno también inherente a varios procesos biológicos en la Tierra.Sanjeev Gupta, geocientífico del Imperial College London y parte del equipo de Perseverance, enfatizó en Scientific American el valor del entorno donde se halló la roca: “Registran un ambiente antiguo habitable” y describió el lugar como “exactamente donde uno esperaría encontrar microbios”. La comparación con rocas terrestres similares, incluidas algunas de Escocia y sedimentos marinos recientes, subraya la dificultad de discernir si estas estructuras surgieron por acción microbiana o procesos puramente químicos, ya que ambos generan productos minerales semejantes. Morgan Cable, científica del Jet Propulsion Laboratory (JPL), remarcó que “la reacción es esencialmente la misma. Ahí es donde reside la dificultad”, aludiendo al reto de distinguir un origen biológico de uno abiótico solo a partir de los minerales presentes.Un grupo coordinado desde el JPL ha puesto en marcha experimentos desarrollados en laboratorio para reproducir los misteriosos patrones observados en Cheyava Falls, según relató Joel Hurowitz de la Stony Brook University a Scientific American. El plan contempla recrear el barro original de la roca utilizando compuestos detectados por Perseverance y someterlos a diferentes condiciones: rutas abióticas, calentando los minerales sin intervención biológica, y rutas microbianas, inoculando los lodos sintéticos con microorganismos capaces de modificar hierro y azufre como sucede en los sedimentos marinos terrestres.
En contraste, los experimentos microbianos reproducen lo que sucede en la Tierra: los microbios consumen materia orgánica y obtienen energía mediante reacciones redox, formando las mismas estructuras en plazos cortos y sin necesidad de altas temperaturas. Este enfoque podría ofrecer indicios sobre los tipos de microbios que pudieron haber habitado Marte y sobre la química ambiental del planeta hace miles de millones de años.
No obstante, los investigadores advierten que estos experimentos no proporcionarán una prueba concluyente sobre el origen de las peculiaridades observadas en Cheyava Falls. Ambos mecanismos, biológico y químico, pueden dar lugar a resultados minerales prácticamente idénticos, por lo que la demostración de vida en Marte requerirá líneas de evidencia independientes y complementarias. Como concluye Tice en Scientific American, “no basta con una sola evidencia, se necesita algo completamente independiente que apunte en la misma dirección”.Durante las siguientes etapas, los científicos compararán los resultados obtenidos con y sin intervención biológica, analizando las condiciones ambientales que propician la formación de las estructuras. El rover Perseverance, por su parte, continuará explorando el cráter Jezero en busca de rocas con afinidades geoquímicas similares a las reproducidas en laboratorio. Esto puede aportar datos valiosos para fortalecer hipótesis sobre la presencia de microbios marcianos en el pasado remoto.
Fuente: telam


