Tras el repunte de junio se espera que en julio la inflación retome la tendencia a la baja, con un ojo puesto en el dólar

Tras el repunte de la inflación de junio, en buena medida por el incremento del rubro alimentos y bebidas, ahora la expectativa del equipo económico es que este mes se retome la tendencia a la desaceleración de los precios. El éxito de este proceso es, en definitiva, el principal activo que tiene el Gobierno para conseguir un triunfo claro en las elecciones legislativas de fin de octubre.
Sin embargo, los relevamientos del mes pasado muestran que este proceso deflacionario ya no estuvo presente y que algunos productos -como aceites y carne- tuvieron subas significativas. Es unánime, en este contexto, la proyección de un repunte inflacionario en junio, con la única duda si llegará o no a superar el 2%.
Este ajuste parece responder a dos motivos: compras de individuos tras haber cobrado el sueldo, pero sobre todo desarme de posiciones de bancos internacionales, que habían ingresado para invertir en LECAP y también en Bonte 2030.
Los cálculos indican que aún quedaría un remanente de USD 4.500 millones para ingresar hasta el 21 de julio. Esta oferta de divisas sería clave para evitar subas mayores del tipo de cambio, que sí podrían impactar por ejemplo en los precios de insumos importados.
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