Están quienes eligen prender el fuego y estar allí, al lado de la parrilla, por varias horas. También hay algunos que prefieren evitar el humo y comer algo frío, con la picada y el clásico vitel toné en la mesa. Ambos coinciden en lo dulce y en las bebidas. Y también ambos coinciden en que estas fiestas vienen con aumento en comparación al año pasado. "Crónica" te invita a comparar entre distintas opciones para cenar el 24. Eso sí, ningún total es menor a los 2.100 pesos.

Para el típico vitel toné se necesita peceto, corte tradicionalmente caro. Entre las variantes que se encuentran en Capital Federal y alrededores, el kilo promedia los 180 pesos. El kilo de mayonesa se consigue a unos 70 pesos, mientras que la Savora clásica (de 370 gramos) vale 26,95 pesos. El atún, otro de los ingredientes, ronda los 60 pesos. Si se agrega a la mesa fría una picada (compuesta por queso, salamín y jamón) y dos docenas de sándwiches de miga el precio asciende, al menos, 500 pesos.

Para comer asado hay que contar que el kilo promedia los 110 pesos, el vacío 140, mientras que dos pollos medianos están por arriba de los 200 pesos. En tanto, el chorizo ($106 el kilo) y la morcilla ($88,90) completan el menú. "Festejar a fin de año con un típico asado les cuesta a los hogares un 78% más caro que en 2015, para una mesa de 5/6 comensales", aseguraron desde CEPA.

La opción vegetariana siempre es la más barata, aunque las verduras tuvieron una alza importante en sus precios, ya que la lechuga y el tomate aumentaron alrededor del 150 por ciento, según el Centro de Economía Política Argentina.

Entre las opciones para quienes no comen carne, "Crónica" hizo un relevamiento de brusquetas, canastitas, chow fan y budín de arroz con zanahoria. La tapa de empanadas con semillas sale 28 pesos la docena. El pan saborizado, 20 pesos el cuarto. El paquete de espinaca, 10 pesos, y el de rúcula, 5 pesos. La zanahoria, 18 pesos; el tomate seco, 45 pesos el cuarto; la berenjena, 18 pesos y la quinoa, 75 pesos el kilo.

La ensalada más barata es la rusa, teniendo en cuenta que el kilo de papas equivale a 10 pesos; media docena de huevos, a 12 pesos -como el kilo de zanahoria- y una lata de arvejas a 6 pesos. La más cara es la mixta, con la lechuga a 20 pesos, el tomate a 15 y la cebolla a 18 pesos.

Mesa dulce
Lo característico de las fiestas son las mesas dulces, que llegan cuando el reloj marca la medianoche. Hora de deseos, hora de brindar. Pero también hora de seguir sacando la calculadora, sobre todo los sectores más vulnerables. "La típica mesa dulce se incrementó 41%. Aunque algunos productos tradicionales como la garrapiñada y el turrón aumentaron más de un 60%, los aumentos fueron más moderados en los productos premium. En la práctica esto implica que el efecto del aumento de precios afecta más sobre los que menos tienen", dicen desde CEPA.

Cabe destacar que la sidra se puede conseguir a 26,20 pesos, el pan dulce oscila desde 38 hasta 120 pesos, según la marca y calidad, como el turrón, desde 8,70 hasta 40 pesos el paquete. El Mantecol por medio kilo está unos 52 pesos, mientras que la garrapiñada se vende a 15 pesos. Si uno quiere armar una mesa dulce algo más "premium", puede agregar para brindar champagne y fresitas, a 95 y 145 pesos, respectivamente. Otro lujo son las frutas secas, que se venden a 40 pesos el cuarto.

Bebidas y postre
Para acompañar a la mesa -sea fría o caliente- no puede faltar el buen vino que, en promedio, se vende a 100 pesos la botella, según el relevamiento de "Crónica". Cada envase de cerveza sale 40 pesos, mientras que la botella de gaseosa está a unos 40 pesos, un poco más que el agua saborizada.

En cuanto a postre, esta fecha tiene dos que son muy característicos: el clásico helado, compañía durante todo el año, y que se consigue a unos 150 pesos el kilo, según la heladería, y la ensalada de fruta. En esa línea, una compuesta por banana, durazno, manzana, naranja, uva, melón y ananá puede rondar los 204 pesos, siempre contando para seis personas.

La billetera adelgaza con Navidad. Por eso ya no es costumbre que el anfitrión invite, sino que el gasto se divida entre los comensales.