Por Damián Juárez
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En un rincón de nuestro país, lejos, en medio del viento y las inclemencias del clima, hay enterrados 237 cuerpos de soldados. Es en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas. De este total, 114 están identificados, mientras que los 123 restantes permanecen desde el fin de la guerra como tumbas anónimas, con la leyenda "Soldado argentino solo conocido por Dios".

Con el objeto de proceder a la identificación definitiva de estos cuerpos, el jueves y viernes pasado se reunieron en Ginebra, Suiza, delegaciones de Argentina y del Reino Unido para afinar los detalles del operativo que llevará adelante la Cruz Roja Internacional.

Consistirá en la exhumación de los cuerpos para poder extraer muestras de ADN, que se cotejaran con muestras similares tomadas a los familiares para poder realizar la identificación definitiva. "Se trata de una iniciativa argentina destinada a identificar a estos héroes que lucharon por la Patria y traer tranquilidad a sus familias. El objeto de la iniciativa es netamente humanitario y busca saldar una deuda histórica para con los familiares de combatientes caídos en el Conflicto del Atlántico Sur que yacen en el Cementerio de Darwin bajo la leyenda ‘Soldado argentino solo conocido por Dios’ y que, gracias a esta iniciativa, podrán tener identificado con nombre y apellido su lugar de descanso en dicho cementerio", explicó la Cancillería en un comunicado.

En concreto, se va a constituir un grupo de forenses con prestigio mundial, entre los cuales habrá dos argentinos, que recogerán las muestras en los cuerpos enterrados en Malvinas y se compararán con aquellas de las familias que voluntariamente se hayan prestado para la identificación.

Según las estimaciones, el procedimiento en Malvinas y la identificación final de los cuerpos se realizarán en fecha a determinar durante el año próximo.

Una larga historia
Fueron varios los esfuerzos hechos por familiares e incluso ex combatientes para poder llegar a esta identificación de cuerpos. Algunos recurrieron a la Justicia y obtuvieron fallos favorables, otros contactaron a ex militares ingleses por información e incluso llegó a manos del músico británico Roger Waters, ex Pink Floyd, una carta escrita por la mamá de un soldado pidiendo esta misión humanitaria. Waters, durante su visita a Argentina en 2012, le entregó este petitorio a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien también inició gestiones en este sentido.

En 2013, la Cruz Roja obtuvo aval del gobierno argentino para comenzar a trabajar, y ya se obtuvieron unas 100 muestras de sangre de familiares y parientes de los caídos, que están resguardadas y listas para ser usadas cuando se pueda concretar la toma de ADN de los muertos en Malvinas.

Según explicaron a "Crónica" desde los centros de ex combatientes, el objetivo no es que los cuerpos regresen al territorio continental, sino que sean identificados y queden enterrados allí.

La clave es que es una movida netamente humanitaria. Y permitirá que cada padre, cada hermano o familiar, si viaja a Malvinas, pueda rezar frente a una cruz sabiendo que allí se encuentra su ser querido.

Durante estos años, por ejemplo, algunas madres de ex combatientes habían elegido simbólicamente y al azar alguna tumba como la perteneciente a su hijo, ante la necesidad humana de rezar y decir unas palabras.

Esto, si todo prospera como está previsto, ya no será necesario, y los soldados de Malvinas que aún están sin identificar serán honrados con un derecho básico que viene esperando desde hace más de tres décadas.