Desde ayer se fija un arancel mínimo de 10% para todos los productos que ingresen a EEUU, incluyendo los provenientes de la Argentina. Ese piso es muy superior a lo que pagan diversas exportaciones argentinas en la actualidad, lo que pone en duda la sostenibilidad de la venta de esos productos y sobre todo los empleos relacionados.

"La Argentina ha prohibido las importaciones de ganado vivo estadounidense desde 2002 debido a preocupaciones infundadas en relación con la encefalopatía espongiforme bovina. Estados Unidos tiene un déficit comercial de 223 millones de dólares con la Argentina en carne vacuna y productos cárnicos", señala el apartado de America del Sur del documento del gobierno norteamericano.

En otro de los pasajes en los que aparece mencionada la Argentina, el texto que difundió la Casa Blanca señala: "Algunos países, como la Argentina, Brasil, Ecuador y Vietnam, restringen o prohíben la importación de productos remanufacturados, lo que limita el acceso al mercado de los exportadores estadounidenses al tiempo que ahoga los esfuerzos por promover la sostenibilidad al desincentivar el comercio de productos nuevos y eficientes en el uso de los recursos".

El anuncio se dio en pleno preparativo del viaje del presidente Milei al país del norte para recibir un premio y en busca de la foto con el presidente Trump que apalanque el pedido de más dinero al FMI.