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Mauricio Macri sostuvo este martes que Argentina y Brasil deben ser "aliados del siglo XXI" y agregó que "la rivalidad es sólo para el fútbol y los deportes", en tanto que su par Michel Temer señaló que "no hay tabúes" en la relación bilateral ni "cuestiones que no puedan ser tratadas y solucionadas".

"Definitivamente entendamos que somos socios, que tenemos mucho por compartir e intercambiar, que la rivalidad es sólo en el fútbol y los deportes"
, dijo el mandatario argentino durante la conferencia de prensa que compartió con su anfitrión brasileño como parte de su visita de Estado a Brasil.

Temer, por su parte, tras el encuentro presidencial celebrado en Brasilia, dijo que "no hay tabúes" en la relación entre Argentina y Brasil, "ni cuestiones que no puedan ser tratadas y solucionadas", tal como quedó demostrado, según el comunicado conjunto emitido en el marco de la visita.

Temer hizo hincapié en "aprovechar la actual convergencia" que existe entre ambas naciones, en buscar siempre "resultados concretos" en las reuniones bilaterales, y en poner en un plano de igualdad a ambas naciones en cuanto a los desafíos de lograr el "crecimiento" de sus economías y la "generación de empleo", y también en la forma de alcanzarlos mediante "ambiciosas reformas".

Macri abogó por "estar listos" para cuando empiece la negociación por un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), y "todas las que se presenten en el futuro con otros países", e hizo una mención especial respecto a México que, según consideró, "con el cambio de escenario" en Estados Unidos tras la asunción de Donald Trump, es previsible que "gire y mire al sur con mayor decisión".

El mandatario argentino dijo que mantuvo una conversación telefónica con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y le expresó la disposición a "cooperar" con su país en esta nueva etapa que se abre con el inicio de la presidencia de Trump.

Macri habló también de "integración productiva" con Brasil para "poder ingresar al mundo" y de la necesidad de consensuar una agenda común de cara a la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a fines de este año en Buenos Aires, y del G-20, en el 2018, para "posicionar más y mejor" a ambas naciones.

Por su parte, Temer inscribió la visita de Macri a Brasilia en el marco del relanzamiento de los encuentros bilaterales, y recordó que es la tercera vez en seis meses que se reúnen ambos mandatarios.

"Tenemos con Argentina desafíos semejantes, que son el crecimiento económico y la generación de empleo, y tenemos también modos semejantes de alcanzarlos, con reformas ambiciosas", muchas veces, dijo, refiriéndose a las que él mismo aplica en Brasil, "osadas", y de gran "coraje cívico y gubernamental", en referencia a las que se llevan a cabo en Argentina.

El presidente brasileño recordó que el objetivo de la declaración conjunta que este martes presentaron fue desde el primer momento "presentar resultados concretos", y expresó su satisfacción por haber podido alcanzarlos.

Por otra parte, manifestaron preocupación por la situación política, social y humanitaria de Venezuela y reiteraron votos para que el diálogo entre el gobierno de ese país y la oposición logre encontrar caminos para superar el difícil contexto en que se encuentra.

Sobre la Unasur, remarcaron el sentido prioritario atribuído por ambos países al proceso de integracióin sudamericano y manifestaron su apoyo a la profundización del diálogo entre la Unasur y el Mercosur con el propósito de evitar la duplicación de esfuerzos y optimizar recursos humanos y financieros.