El secretario de Estado del Vaticano y principal consejero del papa Francisco en la curia romana, el cardenal italiano Pietro Parolin, aseguró que el Vaticano mantiene su “preocupación” por el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos y dijo que las medidas de aislamiento “no son un buen signo”.

"Diría que sí, que hay preocupación. El propio papa Francisco recordó hace poco que existe el riesgo de que la historia se repita”, aseguró Parolin en entrevista con TG1, consultado por la política migratoria de Trump y recordando las advertencias del Pontífice sobre la experiencia de la Alemania de Adolf Hitler y su ascenso al poder por el voto popular.

"Esta política de cerrarse no es un buen signo. Nace del miedo, y el miedo nunca es buen consejero”, agregó Parolin, “número dos” del Vaticano, en línea con la preocupación que había marcado su sustituto Angelo Becciu a comienzos del corriente mes.

"Ciertamente hay preocupación. Nosotros somos mensajeros de otra cultura, la de la apertura”, aseveró entonces Becciu.

"El Papa insiste en la capacidad de integrar a quien llega, a quien viene, a nuestra sociedad y nuestra cultura. Somos constructores de puentes, no de muros”, había expresado Becciu en declaraciones a Radio Vaticana, parafraseando la expresión clásica de Francisco.

"Todos los cristianos deberían ser fuertes en la reafirmación de este mensaje”, expresó Becciu, retomando una frase del Pontífice de febrero de 2016, cuando aseguró consultado por Trump, que “quien construye muros no es cristiano”.

Las declaraciones de los dos responsables del Dicasterio más importante de la curia romana se dan en medio de especulaciones por un posible encuentro entre Francisco y Trump, luego de que el mandatario estadounidense confirmara que estará presente en la cumbre del G7 que se hará el 26 y 27 de mayo en Taormina, Sicilia.

Como es costumbre de la Santa Sede, los mandatarios extranjeros suelen visitar al Pontífice antes de iniciar sus actividades en suelo italiano, por lo que comenzaron a circular versiones periodísticas sobre una posible cumbre entre ambos para los días previos, aunque no hay ninguna confirmación oficial, en un marco en el que Trump ni siquiera nombró aún a su embajador ante la Santa Sede.