El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, redobló su acusación contra su antecesor, Barack Obama, al pedirle al Congreso que investigue si sus conversaciones antes de las elecciones de noviembre pasado fueron espiadas y si el entonces mandatario demócrata abusó de sus poderes al presuntamente ordenarlas.

"El presidente Donald J. Trump está pidiendo que, como parte de su investigación de la actividad rusa, los comités de inteligencia del Congreso apliquen su autoridad de supervisión para determinar si los poderes de investigación del brazo ejecutivo fueron abusados en 2016", informó el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, en un comunicado.

El funcionario hizo referencia a la investigación, pedida por republicanos y demócratas, sobre el presunto ataque cibernético del gobierno de Rusia contra el Partido Demócrata y su ex candidata presidencial, Hillary Clinton, durante la campaña del año pasado. Según denunció el propio Obama, Moscú hackeó cuentas de email de su fuerza para favorecer a Trump.

Recientemente, medios estadounidenses revelaron informes secretos de inteligencia que sostienen que Rusia no estuvo detrás de este ataque cibernético sino que el gobierno de Vladimir Putin tuvo múltiples contactos con miembros de la campaña de Trump.
 
La publicación de esta información secreta forzó la renuncia de un asesor de seguridad nacional del flamante gobierno republicano y ya puso en jaque a otro miembro del gabinete. Sin disimular su irritación, Trump acusó a los medios de boicotear a su gestión y hasta llegó a deslizar que la fuente de estos documentos secretos podría ser el propio Obama, indicó la agencia EFE.
 
Spicer reiteró indirectamente esta acusación. "Las informaciones sobre investigaciones potencialmente políticamente motivadas justo antes de las elecciones de 2016 son muy preocupantes", aseguró sin dar más pruebas sobre este presunto espionaje ordenado desde la Casa Blanca.

El vocero de Trump adelantó que ni el mandatario ni su gobierno "ofrecerán más declaraciones hasta que esa supervisión (del Congreso) haya sido llevada a cabo". Sin embargo, las palabras pronunciadas el sábado por
el presidente republicano aún resuenan con fuerza en Washington.

"¡Terrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis líneas pinchadas en la Torre Trump antes de la victoria. No se encontró nada. Esto es ¡McCarthyismo!", había denunciado en su cuenta de Twitter desde su complejo de lujo en Florida, Mar-a-Lago, donde pasó todo el fin de semana.

Obama, por su parte, respondió con un comunicado en el que recordó que una de las políticas de su gobierno fue garantizar la independencia del Departamento de Justicia y de sus investigaciones. Con esta declaración, Obama buscó dejar en claro que él no ordenó ninguna investigación sobre Trump aunque evitó mencionar si tal espionaje existió.