En la era de la tecnología, el papa Francisco no unió a La Biblia con el calefón, sino con el celular. El pontífice instó ayer a tratar a La Biblia como a los teléfonos móviles, para que todos la lleven siempre consigo y puedan leer en cualquier momento "los mensajes de Dios".


El tradicional Ángelus dominical incluyó una analogía entre La Biblia y los teléfonos celulares. "Alguno ha dicho: ¿qué pasaría si tratáramos a la Biblia como a nuestro teléfono celular? ¿Si la lleváramos siempre con nosotros, si volviéramos sobre nuestros pasos cundo la olvidamos, si la abriéramos varias veces al día, si leyéramos los mensajes de Dios que contiene como leemos los mensajes del teléfono?", se preguntó el jefe de la Iglesia católica.

De inmediato, Francisco reconoció que se trata de una "comparación paradójica" pero también "aleccionadora". "¿Qué pasaría si tratáramos a "La Biblia" como a nuestro teléfono celular? Piénsenlo", reiteró.


Cuaresma


Horas después del Ángelus al que una multitud asistió en la Plaza San Pedro, el Papa inició su viaje hacia la localidad de Ariccia, ubicada a 27 kilómetros de Roma, para participar de los clásicos ejercicios espirituales de la Cuaresma junto a la Curia vaticana.

"Durante los 40 días de la Cuaresma, como cristianos estamos invitados a seguir los pasos de Jesús y afrontar el combate espiritual contra el maligno con la fuerza de la palabra de Dios. Para eso hace falta tomar confianza con La Biblia, leerla a menudo, meditarla, asimilarla", explicó.

"La Cuaresma es el camino del pueblo de Dios hacia la Pascua, un camino de conversión, de lucha contra el mal con las armas de la oración, del ayuno y de las obras de caridad", concluyó Francisco. El Papa estará en Ariccia hasta este viernes por la mañana, por lo que suspendió la audiencia general del miércoles en Plaza San Pedro.