El papa Francisco manifestó su "cercanía espiritual", envió su "bendición a todas las personas damnificadas por las torrenciales lluvias" y alentó a religiosos, autoridades y ciudadanos a dar "testimonio de fraterna solidaridad" con las víctimas del temporal.

 A través de una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el arzobispo santafesino José María Arancedo, Francisco dijo haber "recibido con dolor la noticia de los graves daños que las lluvias torrenciales de los últimos días han provocado en numerosas provincias".

En ese marco, pidió a Arancedo que haga llegar su "cercanía espiritual a todas esas miles de personas que han tenido que ser evacuadas, muchas de ellas viendo cómo se perdía en un momento todo lo que tenían".

Asimismo, envió su oración y aliento a los "obispos, sacerdotes y fieles de tantas parroquias que, en estos momentos de necesidad, se desviven por estar cerca de su pueblo; así como a las autoridades, instituciones y voluntarios, para que colaborando entre sí con espíritu de unidad lleven a todos los afectados un testimonio de fraterna solidaridad".