Las protestas durante la huelga general que paraliza este jueves a Argentina, la primera contra la política económica del gobierno del presidente Mauricio Macri, dejaron a la nación sin vuelos nacionales ni internacionales, ningún medio de transporte público y con cortes de calles, se cumple con una alta adhesión la huelga general de 24 horas contra el gobierno. 

"El paro es un éxito, ha mostrado en todo el país la disconformidad con la política económica del Gobierno. Hay cada vez más despidos, se firmaron compromisos que no iba a haber despidos. No se cumplió", dijo Carlos Acuña, dirigente de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT). 

El ministro del Trabajo, Jorge Triaca, reconoció que "el paro tiene una alta adhesión" pero criticó a los sindicalistas acusándolos de actuar con motivaciones políticas, en un año en que se celebran elecciones legislativas el 22 de octubre. 

Cinco heridos y 10 detenidos dejaron los incidentes entre agentes de la policía y manifestantes que se registraron en uno de los accesos a Buenos Aires, informaron fuentes de justicia al leer un reporte de la Gendarmería. 
El gobierno advirtió que no permitiría el bloqueo de vías que impida el libre tránsito. 

"Si no quieren irse por las buenas, vamos a iniciar el protocolo de acción; el objetivo es que haya caminos alternativos" para llegar a los lugares de trabajo, advirtió ante los medios la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, poco antes de que los agentes de Gendarmería reprimieran la protesta. 

La paralización coincide con la celebración en Buenos Aires del primer Foro Económico Mundial dedicado a América Latina (WEF Latam), que congregará a políticos, banqueros y empresarios en el exclusivo barrio de Puerto Madero, bajo estrechas medidas de seguridad. 

"Hay un malestar enorme porque la política económica no dio resultados" con su modelo liberal de mayor apertura a las importaciones, despidos y flexibilidad laboral, dijo Juan Carlos Schmid, secretario general de la influyente Confederación General del Trabajo (CGT), controlada por el opositor peronismo. 

Con clima de día feriado, una señal del alto acatamiento a la medida de fuerza fue el paro de los gremios aeronaúticos, de técnicos y personal general, que dejó sin vuelos al aeropuerto internacional de Ezeiza. 

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) indicó que la huelga afectó a más de 800 movimientos aerocomerciales, perjudicando a alrededor de 60.000 pasajeros.  La paralización también afecta a la industria, la sanidad, la educación y la banca en todo el país. 

"Es una medida extrema que le sale mil millones de dólares al país", dijo la vicepresidenta Gabriela Michetti antes de que arrancara la huelga la medianoche del jueves. 

Esta huelga es el corolario de las multitudinarias marchas en marzo organizadas por sindicatos, estudiantes, organizaciones de derechos humanos y opositores que reclamaron en la calle frente a una situación social y económica en deterioro. 

La inflación, que según consultoras llegó al 40% en 2016, evaporó el poder adquisitivo del salario y el consumo interno lleva 13 meses de derrumbe. 

Estimaciones privadas sitúan en 21% la inflación para este año, mientras el gobierno insiste que será del 17% y busca imponer ese tope a reajustes salariales. 

Los gremios lo rechazan y reclaman una recomposición en negociaciones libres con las empresas, como lo marca la ley. 

Los despidos alcanzan a 250.000 en la economía formal, pero se estima que se multiplican por miles en una economía con el 40% de trabajo no registrado. 
La industria y la construcción, principales pilares del empleo, se han derrumbado, y en febrero cayeron 6% y 3,4% respectivamente. 

La lluvia de inversiones que prometió Macri al asumir la presidencia en diciembre de 2015 sigue sin producirse. 

Macri endureció esta semana su postura hacia los sindicalistas luego que el sábado decenas de miles de personas sorprendieron con una concentración inédita para expresarle apoyo a su gobierno.  

"Hay comportamientos mafiosos en sindicatos, empresas, política y justicia. Por suerte son minoría, pero hay que combatirlos", indicó Macri.