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  • 45 muertos y 100 heridos por atentados en iglesias de Egipto

Por Alicia Barrios
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Domingo de Ramos en Roma. Aquí en San Pedro le dicen la Domenica delle Palme. Desde el altar mayor y ante 40.000 peregrinos, Francisco ofició la misa. En ese preciso instante, la iglesia de San Giorgio, en Tanta, al norte de El Cairo, Egipto, con 2.000 fieles, fue víctima de un atentado que en el acto mató a 45 personas y dejó más de 70 heridos graves. ¿Cómo se enteró el Papa? En un gesto casi invisible, uno de los miembros de ceremonial le alcanzó la noticia anotada en letras grandes. Nadie lo percibió, salvo quienes estábamos muy cerca. Francisco de inmediato lo anunció al pueblo de Dios. Luego siguió con la ceremonia, con una capacidad de recuperación envidiable. No nos sucedió lo mismo a quienes asociamos que, en veinte días, estará en ese mismo lugar de gira por Egipto.

Los fieles ondeaban los olivos acompañando la misa y cantando. A cada uno se les entregó una guía para seguir las oraciones, plegarias y cánticos. Los boy scouts, con las canastas desbordadas de palmas, las repartían entre todos en un día de sol en el cual Dios dijo presente y quien no lo vio miente.

El Mesías

El Domingo de Ramos tiene la tradición en la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, adonde lo recibían saludando con ramas de olivo. Cuando se refirió a él, el Papa dijo: "No es un iluso que siembra falsas ilusiones, un profeta new age, un vendedor de humo, todo lo contrario: es un Mesías bien definido, con la fisonomía concreta del siervo, el siervo de Dios y del hombre que va a la pasión, es el gran paciente del dolor humano". Pidió que no se lo contemple sólo en las fotos, cuadros o videos en internet. Fue contundente con un "no" enérgico, que retumbó en los oídos de todos los presentes. Explicó que Jesús está presente en los que sufren como él, a causa del trabajo esclavo, dramas familiares, enfermedades, la guerra, el terrorismo por culpa de los intereses que mueven las armas. Se refirió a ellos como hombres y mujeres engañados, pisoteados en la dignidad, descartados y que Jesús está en cada una de estas personas. Estuvo duro en su homilia, con palabras actuales.

Líder incuestionable

El lenguaje no envejece para Francisco, que cada día habla para todo el universo. Es un líder incuestionable de los jóvenes, que lo siguen por todas partes. El sínodo está dedicado a ellos, a quienes les anunció que para la jornadas de 2019 de la Juventud en Panamá: "No sé si voy a estar. No sé si seré yo, pero habrá un papa".