Gigantesca y titánica es la lucha que libra la provincia de Formosa contra el aedes aegypti, mosquito transmisor de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. El Ministerio de Desarrollo Humano del norteño estado argentino certificó 88 casos de dengue y 150 en estudio, menos que el año anterior. Sin embargo, el plan preventivo no tiene pausa ante la circulación viral.

Qué es lo que se hace para atacar al mosquito: dispone de una flota de vehículos con equipos fumigadores, más de tres centenares de brigadistas que barren cuanto domicilio y espacio público sea posible eliminando todo potencial reservorio del insecto y desinfectando con equipos manuales los patios.

Se le suma la entrega de miles de repelentes y larvicidas que acaban con las larvas del mosquito. Y estos son producidos localmente en el laboratorio estatal provincial Laformed.

El ministro de Desarrollo Humano, José Luis Decima, explicó que "esta tarea es complementaria con la eliminación a través de la fumigación con venenos específicos que se monitorean en forma permanente para controlar la mortalidad y que no haya resistencia por parte del mosquito. Es un trabajo científico que se lleva adelante y de investigación constante para asegurar este proceso", expuso.

Precisó que se produjeron y distribuyeron más de 162 mil repelentes de uso personal (frascos atomizadores de 60 ml), alrededor de 22 mil larvicidas y centenares de bidones de 5 litros de uso extradomiciliario, durante el último año.

Acerca de los insecticidas ambientales, se utilizan para los tratamientos de mosquitos adultos durante el rociado espacial y domiciliario. Reveló que estos productos están formulados y testeados para su uso personal y al aire libre, con el objetivo de garantizar el no riesgo para las personas y el ambiente.

"Es un producto específico, no daña otras formas de vida (otros insectos: mariposas, abejas, etc.), pájaros, peces, plantas, no tóxico para mamíferos y humanos. Es totalmente inocuo", subrayó.

El bloqueo

Sobre los casos de dengue detectados, dijo que fueron denunciados a tiempo gracias al permanente monitoreo de casos febriles, tanto en instituciones médicas privadas como públicas.

"Conocida la denuncia, antes de verificar si es o no es (positivo el caso), se hace el bloqueo en la casa y en las ocho manzanas lindantes a ese domicilio para que en caso de ser positivo, podamos actuar en forma inmediata. Sabemos que es un corto período que se requiere para que ese mosquito que pudo haber picado no haga un brote. Es un trabajo sistemático, científico, que permite un análisis, un monitoreo y control constante en las áreas de mayor peligrosidad", precisó.

Concluye significando el compromiso comunitario en acompañar las recomendaciones de eliminar potenciales criaderos del insecto, entendiendo que esa actitud es fundamental para mantener a raya al mosquito.