Un anciano de 92 años murió ahogado en un pozo con agua que se abrió en el dormitorio de su vivienda en el barrio América de la ciudad santafesina de Roldán, que compartía con su hermano mayor, que resultó ileso.

Paulino Palacios, de 92 años, vivía en la casa de Jujuy 944, de Roldán, junto a su hermano Marcelino, de 96, compartían el dormitorio, donde por causas que se desconocen se abrió un socavón entre ambas camas.

El anciano pereció ahogado ya que el pozo al que cayó estaba lleno de agua, presumiblemente por el ascenso de las napas lo cual habría sido la razón del socavón en la vivienda de unos 80 años de antigüedad, aunque se manejaban al menos otras dos hipótesis al respecto.

El hecho ocurrió en la madrugada del martes cuando, se supone entre las 5 y las 6, Paulino se levantó de su cama y el piso del dormitorio se hundió justo en medio del lugar en que estaba ubicada su cama y la de su hermano.

El hombre cayó al pozo que se abrió a sus pies, e incluso la cama quedó prácticamente colgando del borde, como indicaron al diario La Capital, las autoridades policiales que intervinieron en  el lugar del hecho.

Oscar, un vecino y amigo de los hermanos Palacios, relató que ambos “estaban muy viejitos, ellos vivían solos y el mayor caminaba con andador, pero más allá de eso estaban bien”.

Al ver cómo su hermano cayó al pozo, el mayor intentó en vano rescatarlo y comenzó a gritar y pedir auxilio, exclamaciones que alertaron a los vecinos que se dirigieron al lugar encontrándose con la tragedia.

Posteriormente concurrió personal de la comisaría de Roldán que solicitaron la intervención de los Bomberos Zapadores de San Lorenzo y dieron parte a la Fiscalía de Homicidios Culposos que realizaron las diligencias correspondientes.

Las autoridades policiales indicaron que un amplio espacio de alrededor de más de un metro de diámetro se había hundido y que apenas medio metro más abajo del suelo se encontraba el nivel del agua, aunque no pudieron precisar la profundidad total del socavón, el cual, indicaron, se extendía incluso por debajo del piso que permanecía sano.

Entre la policía y algunos vecinos había diversas teorías sobre cómo se formó ese pozo, algunos mencionaban que la casa había tenido sótano alguna vez y que había sido rellenado, mientras otros apuntaban al ascenso de las napas de agua y hasta que allí hubo alguna vez un viejo aljibe, aunque la antigüedad de la edificación, que algunos estimaron en más de 80 años, hacía muy difícil de establecer cuál de todas las alternativas fue la causa real del siniestro.

Los vecinos se mostraron sorprendidos por el episodio y no pudieron recordar una situación similar de hundimientos en la zona.

Una vez rescatado, el cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal y luego entregado a sus familiares para el velatorio.