Siempre atento a las desgracias que sufre el mundo, el papa Francisco manifestó este domingo su "cercanía" con los habitantes del pueblo chino de Xinmo, sepultado por un alud de piedras y lodo.

"Expreso mi cercanía a las poblaciones del pueblo chino de Xinmo, golpeado por un desplazamiento de tierras causado por las fuertes lluvias", expresó el Pontífice, durante el tradicional Ángelus dominical.

Ante las miles de personas que lo escuchaban en la Plaza de San Pedro, Francisco agregó que reza "por los difuntos y heridos y por cuantos perdieron su casa". "Que Dios conforte a las familias y sostenga a los socorristas", concluyó.

El alud que arrasó la aldea Xinmo dejó cinco muertos, unos 120 desaparecidos y 62 casas derrumbadas. En la zona trabaja un equipo de rescate formado por más de mil socorristas, con excavadoras e instrumentos de detección de vida.