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El gobierno regional de Cataluña afirmó este domingo que la "célula terrorista" que el jueves pasado realizó dos ataques que dejaron al menos 14 muertos en esa región de España "ha quedado neutralizada", pero admitió que no sabía "dónde está" el principal sospechoso de ser el autor material del mayor de esos atentados.

"La capacidad de actuación de la célula terrorista ha quedado neutralizada a partir de las detenciones y de las personas que han resultado muertas en las diferentes acciones", sostuvo el ministro de Interior del gobierno catalán, Joaquim Forn, en conferencia de prensa.

En tanto, el jefe de la policía local, Josep Lluís Trapero, admitió en la misma rueda de prensa que no tenía certeza sobre el paradero de Younes Abouyaaqoub, el marroquí de 22 años que está señalado como el principal sospechoso de haber ejecutado el atropello masivo de peatones que dejó al menos 14 muertos y más de 100 heridos en La Rambla de Barcelona.

De los 12 integrantes de la célula que protagonizó los dos ataques, ninguno de los cuales tenía antecedentes por yihadismo, cinco fueron abatidos en Cambrils, cuatro están detenidos y dos murieron "casi con total seguridad" al estallar una vivienda en Alcanar, Tarragona, en la que al parecer preparaban explosivos para otro atentado, según el reporte del gobierno catalán.

"Si supiera que está en España y dónde, iríamos a buscarlo; no sabemos dónde está", explicó Trapero sobre Abouyaaqoub, luego de que en las últimas horas se reavivara la hipótesis según la cual pudo haber dejado España después de cometer el ataque, probablemente hacia Francia.

"No le digo que tengamos información en este sentido, pero como posibilidad evidentemente ha podido pasar", indicó.

Advirtió de todos modos que no estaba "en condiciones de afirmar" que el marroquí haya sido "el conductor de la furgoneta", aunque dijo que la policía trabajaba "en esa dirección".

Asimismo, el funcionario señaló que seguía investigándose si el español de 34 años cuyo cadáver apareció en el automóvil con que fue embestida una agente en un retén policial, poco después de cometerse el ataque en La Rambla, fue otra víctima más -la eventual número 15- o era un colaborador de los atacantes.

Mientras tanto, el operativo cerrojo para dar con el atacante prófugo se reforzó este domingo con nuevos controles más exhaustivos en la frontera entre España y Francia.

Un foco de la investigación está en Ripoll, una tranquila ciudad en los faldeos de los Pirineos, rodeada por colinas boscosas, donde vivían varios de los jóvenes, mayormente marroquíes, que habrían estado involucrados en los ataques.

Un punto en común en la vida de esos jóvenes es un imán local, Abdelbaki Es Satty. El dueño del inmueble que arrendaba dijo que el clérigo musulmán salió de Ripoll dos días antes del ataque.

La casa de Satty fue allanada ayer sábado en busca de indicios sobre los atentados y de pruebas que permitan comprobar si el religioso es uno de los fallecidos en la explosión en Alcanar, ocurrida el miércoles pasado.

Por otra parte, el Departamento de Interior de Cataluña informó que fueron identificadas tres víctimas más de los atentados.

Con la identificación del pequeño Julian Cadman, de 7 años y doble nacionalidad australiana y británica, son ya 12 los fallecidos identificados -dos de ellos, menores-, de los 14 que produjo el atropello en La Rambla.

El padre del niño llegó el sábado a Barcelona desde Australia y, acompañado por psicólogos y otros profesionales de apoyo emocional, se dirigió al Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de la Justicia, en LHospitalet de Llobregat (Barcelona), para identificar a su hijo fallecido.

El pequeño estaba en Barcelona junto a su madre, que resultó herida en el atentado y está internada en un hospital.

El reporte oficial detalló también que 81 personas ya fueron dadas de alta en los diferentes hospitales que atendieron la emergencia mientes otras 51 personas permanecían internadas, 15 de ellas graves.