01/12/2025
Lo dirigió Bianchi en Boca, fue compañero de Riquelme y se reinventó como vendedor de autos: “Vi otro camino”
Fuente: telam
Mauro Dalla Costa fue empujado a retirarse del fútbol de manera prematura por intensos dolores de cintura, espalda y columna. Hoy, está a cargo de su propio emprendimiento en su Santa Fe natal
>“Mis sueños se cumplieron todos: jugar en Boca y que me vea mi papá, jugar en Europa y tener mi propia empresa, vivir y depender solamente de mí. Lo único que me queda por cumplir es poder levantarme a la mañana contento de no tener dolores. Hoy en día, es lo que más quiero”.
El hombre, oriundo de Santa Fe, se marchó de su casa a los 12 años en busca de un sueño rumbo a la academia de Jorge Griffa. El Atlético de Madrid tocó a su puerta, pero esa opción nunca avanzó y el Xeneize apareció en su horizonte. Antes de marcharse a préstamo a San Martín de San Juan, sumó dos amistosos en su haber con el cuadro de la Ribera, uno de ellos con tintes históricos porque tuvo el privilegio de disputar uno de los seis Superclásicos que se jugaron fuera de Argentina. Ocurrió en México, en mayo de 2014, con victoria por penales del Millonario en una sede que se sumó a Montevideo (3), Miami (1) y Madrid (1), según detalló el estadígrafo Silvio Maverino en una consulta de este medio.
El ex compañero de Riquelme en su última etapa en Boca Juniors se fue al Santo sanjuanino en busca de minutos, pero el Virrey le transmitió un pedido: “Sí, me parece bien que vayas, que agarres rodaje, pero en seis meses te volvés”. San Martín fue uno de los 10 equipos ascendidos a la máxima categoría en ese segundo semestre que empezó a configurar el campeonato de 30 equipos.Efectivamente, volvió, pero nunca pudo afirmarse en el plantel profesional. Tuvo pasos a préstamo por el Freamunde de Portugal y Colón de Santa Fe. Bajó al Federal A para ponerse la camiseta de Sportivo Belgrano y el mejor momento de su carrera lo tuvo a fines de 2019, un momento temporal que coincidió con su viaje a Europa para desempeñarse en el ascenso de Grecia, la muerte de su padre y un inesperado diagnóstico. “Había detectado que algo andaba mal. Yo salía a correr en pandemia y llegó un momento en donde empecé a tener mucho dolor. Cuando me hago una resonancia, el médico me dice mano a mano: ‘Mirá, vos no podés jugar más al fútbol como tenés la espalda, no sé cómo estás jugando, vos no podés jugar más‘. Tenía tres hernias, deshidratación de los discos, un poco de artrosis en las vértebras y tengo apretado el sacro. Me ponía una crema para la artrosis de la rodilla en la cintura hasta el punto de que me quemó la piel. Yo dormía en la noche con una bolsa de agua caliente entre la cintura y la cola para calentar la zona. Vivía para mi cintura”, confesó en una conversación que se extendió por más de 57 minutos.Ella y su -ahora- ex pareja, Sofía Savoy, lo fueron guiando para la nueva vida que se le avecinaba. Hoy, tiene su propia empresa junto a Fernando, su socio y puede vivir en un ámbito diametralmente opuesto al fútbol, mientras lidia con cada una de sus mañanas: “Me levanto y me tengo que doblar una toalla y ponerla en la bacha para apoyar los brazos y lavarme la cara. Me tengo que sentar para ponerme el pantalón porque parado no puedo. Si me quedo mucho tiempo sentado, me duele. Tengo treinta y dos años. No se puede vivir así”. Por esto, se someterá a una operación en 2026 para mejorar su calidad de vida.
- Sí, creo que para cualquier jugador de fútbol profesional o de cualquier ámbito, después de dejar de hacer lo que a uno le gusta con tanta pasión, le cuesta. Cuesta mucho y hay que trabajarlo, pero la vida sigue y después del fútbol, en mi caso, empecé a vivir y a experimentar cosas que antes no podía hacer, quizás el disfrutar de la familia, de los amigos, de alguna que otra salida, viajes. Le empezás a encontrar la vuelta por ahí.
- Sí, eso creo que es lo que más me cuesta hoy en día. Si bien no extraño mucho la competencia, es lo que siempre hablo con mis amigos, la competencia no es lo que se extraña, porque por ahí uno no tiene todos los días ganas de entrenar, las ganas de dar el máximo, está cansado, el cuerpo te va pasando factura, pero nos gusta y nos apasiona, entonces lo terminás haciendo. Pero lo que más se extraña en mi caso personal es el previo al entrenamiento: el vestuario, los compañeros, el grupo, los viajes, de ir un día o de un fin de semana a un lado, otro fin de semana a otro lado, el cariño, la popularidad que también que te da el fútbol. Es algo de lo que más se extraña. Yo lo siento de esa manera. Y sí, hoy en día estoy totalmente en otro rol en donde me encuentro prácticamente... No solo, pero, hago las cosas solo, digamos. Antes era un grupo todo el tiempo, íbamos allá, íbamos acá, entrenábamos, después de entrenar salíamos, tomábamos mate, vamos a comer allá, íbamos a tomar un café. Estás todo el tiempo con gente. Ahora es más personal. Si no lo hacés vos, no lo hace nadie.
¿Y cómo se reemplaza eso? ¿Cómo te adaptás?- Hace casi tres años que dejé de jugar profesionalmente. Después intenté seguir jugando en ligas amateur, acá cerca de mi casa, pero dejé de jugar por problemas personales y físicos. Creo que lo reemplacé entrenando. Tengo una rutina que no puedo faltar, que es el entrenamiento, que no es al alto rendimiento como hacía, pero sí tengo una rutina, voy al gimnasio, entreno, me cuido, sigo manteniendo la misma vida de antes, como bien, me levanto temprano. Obviamente tengo que cumplir mis horarios de laborales, pero sigo haciendo más o menos la misma vida de antes, sin tener esa competencia diaria.- El último contrato profesional fue en Grecia. Después vuelvo a la Argentina porque mi último año y medio no lo pasé muy bien. Sí, deportivamente me fue muy bien, fue una de las mejores partes de mi carrera, pero físicamente no la pasé muy bien porque empecé con muchos problemas de cintura, de espalda, de columna. Entonces, ahí empezaron a aparecer muchos medicamentos, inyecciones, infiltraciones. Yo siempre fui un jugador más del lado físico que técnico, entonces mi físico se vio muy afectado y empecé a no ser el mismo de siempre. Pasé de jugar de nueve a que empiecen a tirarme un poquito más para el costado, después empecé a tirarme un poquito más para atrás, tipo enganche, y como que ya no tenía ese roce, no tenía ese giro, no tenía mis características que me llevaron a mi mejor momento. El último año y medio fue sufrido físicamente y, cuando vuelvo a la Argentina, que empiezo a hacerme estudios, ahí aparece todo y tuve que tomar una decisión. Era operarme, estar más de seis meses parado y ver qué pasaba después. O intentar llevarla de esa manera, probar de vuelta y corría riesgo de que pasados los treinta y cinco, treinta y siete años no iba a poder ni caminar de lo mal que estaba. Palabras de mi médico de cabecera. Él me dijo: “Yo te puedo preparar para que sigas jugando, pero date una idea que a los 35, 37 no vas a poder ni caminar”. Porque había varias cosas en la columna. De hecho, hace una semana tuve una reunión también con mi médico, porque ahora ya estamos en plan de operación, porque imagínate que yo hoy en día no tengo la exigencia que tenía antes y sigo sufriendo un montón de mi espalda. Y ahora ya llegó el momento de tomar una decisión de operarme y sacarme ese dolor de encima, porque la verdad que es insoportable.
- En ese momento, tenía tres hernias, tenía deshidratación de los discos y tenía un poco de artrosis en las vértebras y tengo apretado el sacro. Es un dolor crónico que lo tengo durante todo el día y más si hago ejercicio fuerte o mucho impacto, eso después queda todo mal. Te doy un ejemplo: En Grecia, los últimos partidos, yo ahí convivía con mi ex mujer (Sofia Savoy) y terminaba los partidos, que jugaba los 90 minutos y llegaba un momento que ella me entraba a mi casa alzado, llevándome en los hombros y me ataba los cordones, me tenía que sacar las medias, a ese punto de estar sentado porque no me podía mover después de los partidos, con 27, 28 años. Era una locura. Así que ahí fue ya lo último, empecé a abrir un poco los ojos y decir: “A ver, che, me parece que hay que hacer otra cosa o empezar a ver otra cosa, porque así no se puede disfrutar”. Ya no lo disfrutaba lo último.
- ¿Cuál fue el clic para abrir los ojos?- Ese último año fue muy fuerte para la cabeza mía. Venía de muchos viajes, muchas mudanzas. Veníamos, en realidad, porque casi toda mi carrera profesional me acompañó Sofía. Entonces, también pensaba mucho en ella para ver si estaba cómoda y si estaba bien. Ella me mantuvo a mí para seguir jugando y estando bien después de la muerte de mi papá, que falleció antes de la pandemia. Ella se bancó un montón de cosas... Entonces, de un lado para el otro, viajando, mudándonos, también teníamos nuestra perrita. Volvimos a la Argentina. Yo tuve la oportunidad de irme a Italia, me voy con la intención de hacerme el pasaporte y no la pasé bien ahí. Retrocedí todo lo que había generado, todo lo que había hecho en mi carrera, retrocedí un montón y dije: “No, hasta acá llegué”. Entonces, me volví a Argentina a los cuatro meses.- Era otra vez todo lo mismo, porque el trasfondo del jugador de fútbol no lo ve mucha gente, no lo sabe mucha gente. Yo en ese momento, iba a cobrar buena plata, iba a hacer otra vez un contrato profesional con un club de la Serie D, pero me habían dado una casa compartida, no tenía agua caliente, me tuve que bañar con agua podrida fría afuera, no tenía cama, me tuve que dormir en un colchón en el suelo, lejos de mi familia, de mi mujer. Era pasar otra vez por todo lo mismo, pasar por todas esas cosas, que el jugador de fútbol las pasa a temprana edad, hasta que si te mantenés y te va bien y tenés suerte, vas acomodando todo eso.
- Hermosos. Son momentos vividos que caes ahora, cuando sos más grande, por todo lo que pasaste, por dónde estuviste, por la gente que conociste, los lugares que fuiste. Recién ahora, me empiezo a dar cuenta. Son hermosos recuerdos. Si no es el mejor del mundo, es uno de los mejores clubes del mundo, que tuve la suerte y el privilegio de poder ser uno más y vivir la experiencia. Es algo increíble, que lo viven pocos, te da orgullo y te deja tranquilo que lo cumpliste.
- Sí, coincidimos en su última etapa, que fue antes de irse a Argentinos Juniors. No alcancé a jugar dentro de la cancha en un partido oficial. Sí hemos compartido entrenamientos.
- ¿Te aconsejaba de alguna manera?- ¿Hubo algún consejo o recomendación, puede ser de tu paso por Boca o de otro jugador con el que hayas compartido que te haya marcado tu carrera de alguna manera?
- Vos jugaste tres partidos con la Primera de Boca Juniors, pero solo uno de ellos de manera oficial ante Gimnasia, cuando entraste en los últimos segundos. ¿Qué te dijo Bianchi antes de entrar a la cancha, siendo tu debut profesional?
- ¿Seguís teniendo la camiseta?
- Recién me decías que el Virrey era un tipo simple. ¿Qué enseñanzas te dejó en esos primeros años de carrera?
- Y vos después de ese partido con Gimnasia, también jugás un Superclásico ante River.
- ¿Cuándo dejaste Santa Fe?
- ¿Por qué se frenó eso del Atlético de Madrid?
- Vos te fuiste al Freamunde de la Segunda División de Portugal, volviste y ¿qué pasó?
- Te quedaste cuatro años en Grecia. ¿Qué te gustó del país para quedarte ese tiempo?
- ¿Quién era el técnico que te tocó?
- Vos jugás en el Ierapetras y en el Salaminas antes de volver para...
- ¿El diagnóstico te lo detectan en Grecia o Argentina?
- ¿Por qué te hiciste la resonancia?
- ¿Cómo reaccionaste vos?
- ¿De qué manera se produce la transición entre el fútbol y los autos?
- ¿Te gustaban los autos?
- Y ahora sos vendedor...
- ¿Y cómo surgió MAFE Automotores?
- ¿Financiaste todo con los ahorros del fútbol?
- ¿A qué se dedica la empresa?
- ¿Qué funciones ocupás dentro de MAFE?
- ¿Y qué es más difícil: tomar la decisión de lanzarse con un emprendimiento o tener las personas adecuadas para respaldarse en eso?
- ¿Qué aspectos de tu carrera futbolística crees que te ayudaron en tu rol empresarial?
- Es el consejo que te dio Forestello...
- ¿Alguno sabe o te llegó a reconocer por ser jugador de Boca?
- Recién decías que a través de este lado encontraste una manera de vivir y llegar a fin de mes. ¿Querés seguir ligado al fútbol de alguna manera?
- No mirás fútbol, ¿pero jugás al fútbol?
- ¿Qué dolores tenés en el día a día?
- ¿El principal problema es en la columna o tenés dolores en otras zonas del cuerpo?
- ¿Cuándo te vas a operar?
- ¿Por qué te vas a operar?
- ¿Cómo es un día tuyo?
¿Qué sueños te quedan por cumplir?
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