19/12/2025
Pensó que había comprado una casa con su novio, a quien conoció en una aplicación de citas, pero resultó estafada
Fuente: telam
Un hombre fue señalado por engañar a una mujer con la promesa de adquirir una vivienda, lo que derivó en la sustracción de 272 mil dólares mediante transferencias y cheques bajo una identidad falsa
>La ciudad de La investigación pone el foco sobre un patrón de manipulación y engaño que tuvo como propósito despojar a la víctima de sus ahorros, bajo el pretexto de una ficticia compraventa inmobiliaria.
Según informó Associated Press, en 2019, Kiehm, ocultando su verdadera identidad y utilizando el alias “Dae Up Lee Kim”, conoció a una mujer de 44 años en una app. Según la acusación presentada por el fiscal de distrito Alvin L. Bragg Jr., Kiehm se presentó como un profesional del sector financiero, supuestamente graduado de Stanford. Esta fachada buscaba generar confianza para avanzar con el engaño.
El relato construido por Kiehm incluyó comunicaciones presuntamente con agentes inmobiliarios y una serie de solicitudes de dinero a través de cheques y transferencias bancarias. Le indicó a la mujer que habían quedado como segundos postores en la subasta y que, para mantener esa posición, era necesario enviar un cheque de caja al administrador de la propiedad. En este punto, la víctima, confiando en la versión de Kiehm y en la relación sentimental establecida, accedió y realizó un primer envío por 78.250 dólares.
La supuesta compra de la vivienda sirvió como pretexto para una escalada en las solicitudes de dinero. PEOPLE informó que, dos semanas después del primer pago, Kiehm le comunicó a la víctima —siempre bajo el argumento de complicaciones en la subasta— que era imprescindible transferir fondos adicionales. Esta vez, pidió transferencias bancarias a la misma persona que antes fungía como intermediario, presuntamente un agente inmobiliario que, en realidad, era un socio de Kiehm cuya identidad sigue sin conocerse.De acuerdo con lo explicado por el fiscal Bragg, “le ordenó que enviara fondos adicionales al mismo supuesto corredor y le proporcionó información específica de la transferencia, incluyendo el banco y el número de cuenta”. Siguiendo las instrucciones, la víctima realizó dos transferencias por un total de 193.,750 dólares, desglosadas en un pago de 86.750 dólares y otro de 107.000 dólares. Adicionalmente, firmó un contrato de compraventa facilitado por el propio Kiehm, lo que reforzó la apariencia de legitimidad de la transacción.La totalidad del fraude ascendió a 272.000 dólares, que la víctima transfirió convencida de que avanzaba en la adquisición de una propiedad y el inicio de una nueva etapa junto a su pareja. Todo resultó ser una mentira urdida con detalle.
Associated Press comunicó que la farsa cayó cuando la víctima, en medio de dudas crecientes y señales de alarma, encontró una tarjeta de identificación con el nombre real de su pareja: Brandon Kiehm, un nombre que no reconocía. La investigación personal siguió, y pronto halló más documentos y correspondencia dirigidos a ese mismo nombre.Finalmente, ante la evidencia, Kiehm admitió ante la mujer que su verdadero nombre era Brandon Dae Up Kiehm. La confirmación definitiva llegó cuando la mujer contactó de manera independiente al supuesto corredor inmobiliario de Brooklyn y este aseguró que Kiehm nunca había presentado una oferta por la propiedad señalada. El castillo de mentiras quedó así completamente al descubierto.Este caso no constituye el primer antecedente penal de Brandon Dae Up Kiehm. La fiscalía y Associated Press documentan que en diciembre de 2017, Kiehm ya había sido condenado por delitos similares tras declararse culpable de los cargos de hurto mayor, robo de identidad y un plan para defraudar.
Por estos delitos recibió una condena de entre dos y seis años en prisión, aunque estuvo tras las rejas solamente un año y ocho meses antes de ser liberado. Los reiterados casos demuestran una conducta delictiva orientada a explotar la confianza de personas mediante relaciones personales cercanas o profesionales, utilizando siempre identidades falsas o información engañosa.
Fuente: telam



