Horacio Rodríguez Larreta finalmente lanzó su candidatura presidencial. No hubo sorpresas: lo hizo con un spot que había filmado en Santa Cruz y con un discurso antipolarización. “Los únicos que se benefician con la grieta son los que la abrieron, los que se aprovechan de ella. Los que la usen, son unos estafadores", sostuvo el jefe de Gobierno en abierto contraste con el discurso de Patricia Bullrich, que un día antes lo trató de tibio y delimitó con quienes no había que dialogar: nadie del oficialismo. Mauricio Macri le dedicó un elogio envenenado: "Yo creo profundamente en la competencia. Creo que de la tensión que produce la voluntad de ganar, siempre salimos favorecidos". Es decir, el expresidente saludó la candidatura y le advirtió que tendrá adversarias. De hecho, un día antes estuvo con María Eugenia Vidal para apuntalar su proyecto presidencial. El líder del PRO siguió en reuniones con dirigentes propios y del radicalismo.

Spot patagónico

 

Seguramente, no era el escenario que pretendía. Pero Larreta tuvo que hacer su lanzamiento presidencial, plagado de frases sobre la unidad de los argentinos, en un escenario de profundas internas en el PRO.

Bullrich lo atajó en la previa con la calificación de "tibio" y Vidal y Macri hicieron su parte para desviar la atención de su lanzamiento. La única que lo asistió fue Elisa Carrió, quien saludó los dos tweets del jefe de Gobierno. En su entorno, aclararon que Carrió mantiene su candidatura presidencial pero va a saludar a cada candidato que contribuya a la unidad de Juntos por el Cambio.

Larreta se lanzó con un spot de más de dos minutos, filmado en el kilómetro 0 de la Ruta 40, en cabo Vírgenes, en Santa Cruz. Allí se trasladó en secreto hace algunas semanas con un equipo audiovisual, bajo la atenta mirada de su estratega discursivo Federico Di Benedetto. La pieza, no obstante, carece de una estrategia de impacto: Larreta aparece detrás de un faro, en un lugar apartado, y luego comienza a caminar hablándole a la cámara.

Como hizo Fernando De la Rúa con su famosa pieza de "Dicen que soy aburrido" (ideada por Ramiro Agulla), aquí Larreta tomó una de las críticas que le hacen (que no es carismático) y la usó a su favor: "La presidencia tiene que ser el principio del camino de la gran transformación. Que no la van a hacer un grupo de iluminados o un líder carismático. Llevamos años y años de carisma y miren cómo estamos", acotó. "Lo mío es laburar y laburar y laburar", cultivó su imagen de madrugador y workaholic.

“No se trata de ser presidente. Quiero ser un buen presidente. Y juntos terminar con el odio e iniciar el camino de la transformación que la Argentina necesita”, afirmó en un discurso en el que equiparó a quienes incentivan la polarización con estafadores. Lo hizo horas después de que Bullrich lanzara un hilo de tweets polarizantes llamando a no dialogar con ninguna de las figuras del oficialismo, pero tampoco con sindicalistas ni ex jueces de la Corte. "O terminamos con la grieta o la grieta termina con la Argentina", aseguró Larreta.

Larreta le dio sentido al lugar en el que estaba: dijo que la Ruta 40 "une toda la Argentina" (menos Tierra del Fuego y las islas). Dijo que las personas no quieren seguir viviendo "peleándonos entre nosotros". Quizás era también un mensaje para el PRO, donde las peleas no cejan.

Elogio envenenado

Macri recibió el lanzamiento del jefe de Gobierno con un posteo donde lo felicitó y a la vez le recordó que tendrá competencia. "Celebro y apoyo que Horacio haya presentado oficialmente su precandidatura. Yo creo profundamente en la competencia. Creo que de la tensión que produce la voluntad de ganar, siempre salimos favorecidos", dijo en otro mensaje en redes.

"Esto aplica a la oportunidad de una candidatura, a la competencia deportiva, a la lucha de los productos por liderar el mercado, a la competencia por la innovación, o al esfuerzo silencioso de un estudiante para tener las mejores notas y ganar una beca", comparó el exmandatario. "Los dirigentes del PRO se presentan ahora dispuestos a competir de forma transparente, para que sean los votantes quienes decidan quién será su representante. Como fundador del espacio, me siento orgulloso de esta energía. Confiemos en la competencia y en los ciudadanos", aseguró en un posteo que fue más sobre la competencia que sobre Larreta que se lanzaba.

El fundador de Cambiemos viene dotando de equipos técnicos a las adversarias de Larreta: tanto Bullrich como Vidal tienen integrantes del macrismo en sus filas. Y en la previa del lanzamiento estuvo con la ex gobernadora bonaerense recorriendo sus oficinas, desde donde piensa trabajar en una candidatura presidencial. Nada es inocente.

Tampoco que Macri se sigue moviendo de reunión política en reunión política, lejos de la idea de un ex presidente retirado. El mismo día del lanzamiento de Larreta compartió un encuentro con el gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés.

"Junto al expresidente de la Nación Macri compartimos la preocupación por la grave situación argentina", escribió el radical.

También estuvo con uno de los precandidatos a gobernador y no precisamente el de Larreta. Se juntó con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que seguramente confluirá en una fórmula con Cristian Ritondo para enfrentar al delfín de Larreta en la provincia de Buenos Aires: Diego Santilli.

"Hace un rato estuve con Macri, en uno de nuestros encuentros habituales, charlamos sobre política y la realidad de nuestro partido PRO", escribió Grindetti. Nada de quedarse quieto para el exmandatario, ahora que terminaron sus extensas vacaciones en el sur.

Pato en silencio

Bullrich, en cambio, mantuvo silencio luego de los mandobles que le propinó a Larreta en la previa a su lanzamiento. Además de decir que "la Argentina no sale con tibios", la dirigente remarcó que se necesitaba carácter para conducir al país en la etapa que se viene. No es un secreto que para ella Larreta carece de ese carácter y es demasiado moderado.

Pero la puñalada inesperada que recibió Bullrich vino de otro Bullrich: Esteban. El ex ministro de Educación de Macri le escribió un tweet que es casi una carta: "Querida Pato: no confundamos. Construir un país con los 45 millones de argentinos se hace dialogando. Hace falta más coraje para conversar con el que piensa diferente que para insultarlo. Ya probamos la pelea y no dio resultado. No caigamos en la trampa, cambiemos".

Le salió al cruce el diputado del PRO Francisco Sánchez: "Con los corruptos no se dialoga, se les procura la cárcel. Ese sería un cambio verdadero en Argentina". Sánchez es conocido por su propuesta de reinstaurar la pena de muerte y aplicarsela a Cristina Fernández de Kirchner.

Vidal endurecida

En tanto, Vidal se alejó lo más posible de los misiles que vuelan de un lado al otro. Viajó a Rosario donde se mostró dura con la situación de la seguridad y el narcotráfico.  “Esta ciudad necesita un desembarco de fuerzas de seguridad muy relevante mientras reforma su policía”, afirmó la ex gobernadora bonaerense, que propuso reformar la Ley de Defensa nacional, que impide a las Fuerzas Armadas interventir en seguridad interior. "Creo que las Fuerzas Armadas tienen que involucrarse en la pelea contra el narcotráfico en las fronteras", sostuvo, al tiempo que pidió derribar los aviones que no se identifiquen.

Sobre la interna no quiso extenderse. "No me asusta la competencia", aseguró Vidal. "Pero a los argentinos los agobia este debate de candidaturas. Las listas cierran en junio", insistió. Es sabido que le resulta contraproducente tanta pelea en público entre dirigentes del PRO. La ex gobernadora, que todavía no confirmó su decisión de disputar la presidencia, seguirá de recorrida por Rufino, Sancti Spiritu y Venado Tuerto.