La carta de Temer, tal vez la única iniciativa política que le resta en medio del escándalo de corrupción, es poderosa y fue mostrada en el Congreso: las reformas política y previsional, respaldadas por el mercado financiero y la coalición de centroderecha que lo sustenta.

Para mañana se espera la manifestación "Ocupa Brasilia", que pretende marchar contras las reformas económicas y pedir elecciones anticipadas.

"El presidente tiene dos volantes: uno jurídico, por la investigación en su contra, y otro político, para que el rumbo de su gobierno tenga sentido con las reformas", dijo a Télam el vocero de un ministro que forma parte del núcleo duro del Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil (PMDB) que asesora a Temer en el Palacio del Planalto.

Sin embargo, las fracturas abiertas en el oficialismo quedaron expuestas, a tal punto que el jefe del bloque de senadores del propio PMDB, Renán Calheiros, le soltó la mano a Temer: le pidió al jefe del Estado una salida negociada y "entender el lugar histórico que ocupa" para elegir un nuevo mandatario por vía indirecta, es decir, por parte del Congreso, en una sucesión presidencial similar a lo que ocurrió en Argentina en 2001 tras la renuncia de Fernando de la Rúa.

El presidente de Diputados y número 2 del país, Rodrigo Maia, eligió respaldar a Temer pero sobre todo ponerle fichas a la jugada del mandatario, las reformas, poniendo el Congreso a funcionar en ese sentido.

Ante esto hubo una nula reacción del oficialismo, cancelaron la sesión de la reforma laboral en la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, el paso previo para llevarla al plenario, donde el PMDB se mostró alineado más con los sindicatos que con el presidente.

El diputado Maia, en caso de renuncia de Temer, tendrá 30 días para convocar a elecciones indirectas. Por los palos, aunque con menos perspectiva, corre la oposición aglutinada detrás del Partido de los Trabajadores, que buscó sin éxito imponer en la Comisión de Justicia el tratamiento de una enmienda constitucional para anticipar elecciones.

Los nombres en danza para una sucesión giran en torno a Henrique Meirelles, ministro de Economía; el propio diputado Maia; y el ex juez y ex ministro de Fernando Cardoso, Lula da Silva y Dilma Rousseff, Nelson Jobim. Y también la jefa de la corte suprema, Carmen Lúcia Antunes.

Los dos bloques del país se dividen sobre una posible sucesión: el PT quiere elecciones directas anticipadas para imponer al favorito en las encuestas, Luiz Inácio Lula da Silva, que evitaría ser inhabilitado por sus procesamientos, mientras que la centroderecha que adhiere a Temer quiere seguir el rito constitucional de la vía indirecta. 

Planteados los escenarios institucionales, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) planifica cómo hacer la sucesión de Temer, pese a que esa fuerza quedó herida luego de las grabaciones en las cuales el senador suspendido Aecio Neves aparece pidiendo unos 600.000 dólares de sobornos y buscando entorpecer la Operación Lava Jato.

Primero, según fuentes del partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, el PSDB quiere elegir el nombre del sucesor de Temer para que el actual mandatario tenga participación en un eventual gobierno “tapón” que dure hasta el 31 de diciembre de 2018, cuando termina el mandato iniciado por Dilma Rousseff, destituida en agosto.

El día comenzó con un escándalo más para Temer: su asesor Tadeu Fillipelli fue detenido junto con dos ex gobernadores acusados de participar de desvíos y sobreprecios en la reconstrucción del estadio “Mané Garrincha”, usado en el Mundial 2014. Argentina jugó los cuartos de final allí, en la victoria 1-0 ante Bélgica.

Fillipelli trabajó en un despacho contiguo al de Temer en el Palacio del Planalto y forma parte de su círculo de asesores más próximos del PMDB. Además, fueron capturados los ex gobernadores Agnelo Queiroz, del PT, y José Roberto Arruda, del Partido de la República (PR). 

El operativo suma más causas judiciales a la tensión política, ya que Temer comenzó a ser investigado la semana pasada por el Supremo Tribunal Federal tras ser grabado avalando corrupción en una conversación con  el empresario delator Joesley Batista, que confesó la trama de sobornos pagas a políticos y logró su libertad.

El presidente logró ganar tiempo al pedir la pericia sobre esa grabación, que forma parte de la gigantesca delación premiada del grupo JBS, que creció al calor de los préstamos blandos del gobierno del PT hasta convertirse en el más grande procesador de carne del mundo. La pericia demorará 30 días.

Batista dice que le paga sobornos a Temer desde 2010. En la conversación grabada, Temer le pide a Batista arreglar los asuntos pendientes con el diputado Rodrigo Rocha Loures, del PMDB. 

Entonces, Batista contó que le mandó una valija con 500.000 reales, unos 150.000 dólares, que fueron entregados en una pizzería de San Pablo.

La entrega del dinero fue filmada por la policía federal y Rocha Loures, investigado con Temer y Neves,  devolvió hoy la valija a la Policía Federal bajo el argumento de que no sabía su contenido.

De los 500.000 reales que JBS dijo que le envió, la policía federal informó hoy que contó 465.000.