"Adiós a las armas, adiós a las guerra. Bienvenida la paz”, exclamó el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, en una ceremonia en Mesetas, en el centro de Colombia, en la que se celebró el fin del desarme de unos 7.000 combatientes de esa guerrilla. 

"No le fallamos a Colombia, dejamos las armas”, agregó Timochenko en Mesetas, donde esta guerrilla marxista, creada en 1964 tras una sublevación campesina, se consolidó e instaló su centro de operaciones. 

Con la entrega de armas, Santos aseguró que ahora “los colombianos y el mundo entero saben que nuestra paz es real y es irreversible. Es el fin de esta guerra absurda”, agregó. 

En el acto participaron el jefe de la misión de Naciones Unidas, Jean Arnault, a cargo del proceso de desarme; representantes de los países garantes del acuerdo de paz, Noruega y Cuba; la cúpula de la guerrilla y delegados del Congreso, entre otros. 

"Consideramos que el compromiso con la dejación de armas individuales (...) ha sido honrado”, expresó Arnault, tras recordar que el lunes la ONU certificó la entrega de 7.132 armas en las 26 zonas donde están concentrados los ahora excombatientes.  

Mientras el guevarista Ejército de Liberación Nacional, la única guerrilla activa del país, se sumó a la celebración. “El ELN envía un abrazo fraterno a las compañeras y compañeros de las @FARC_EPueblo que con inmensa confianza, hoy dan un trascendental paso. ¡Buen viento y buena mar!”, expresó en las redes sociales. 

El conflicto armado colombiano, en el que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.

Destrucción de armas

La dejación de armas “significa el fin de la principal guerrilla armada en el hemisferio occidental, el inicio de un postconflicto (...) y de un proceso difícil de reconciliación en el país”, fuertemente dividido ante el acuerdo de paz, dijo a la AFP el analista Jorge Restrepo

Hasta el 1 de agosto quedarán en manos de algunos guerrilleros unas 700 armas para asegurar las zonas de concentración, dijo Arnault. En esa fecha, la misión prevé extraer los contenedores donde guarda el arsenal en los campamentos. 

En paralelo, la ONU continuará ubicando más de 900 escondites de armas de las FARC, una tarea que deberán terminar para el 1 de septiembre. A la fecha ha verificado 77, de las cuales ha extraído “el armamento y destruido municiones, explosivos y armamento inestable”

Las armas de las FARC serán fundidas para elaborar tres monumentos que serán colocados en la sede de la ONU en Nueva York, en Colombia y en Cuba.