Sin embargo, al mismo tiempo respaldó el accionar violento de las fuerzas de seguridad en las últimas marchas y negó cualquier tipo de represión. "Este debate oculto, dogmático, sin fundamentos y en base al miedo no nos está haciendo bien. No queremos que los violentos gane este debate", apuntó nuevamente contra los ambientalistas. 

Además, defendió la legalidad de la iniciativa, a pesar del descontento popular que despertó. Resaltó que la propuesta "se planteó en campaña y se votó en una Legislatura por amplia mayoría". Pero por primera vez dio el brazo a torcer y reconoció que "aparentemente no tendría la legitimidad del pueblo". "Es mentira que donde hay una explotación minera hay contaminación", se defendió por último.

Fuente: Página 12