El centro tendrá como objeto atender, contener y dar asistencia a niños recién nacidos hasta los 8 años, garantizando la protección y ejercicio de los Derechos reconocidos en el marco de las medidas dispuestas en la Ley 7162.

La institución cuenta con disponibilidad de diez camas y está orientado a la satisfacción de sus necesidades biológicas, afectivas y sociales en un ámbito de seguridad y protección; propiciando la re vinculación con la familia de origen.

El funcionamiento del Centro es de carácter mixto por lo que se firmó un convenio de colaboración mutua entre el Ministerio de Desarrollo Social y la Fundación Mejor Vivir, en el cual acuerdan coordinar e implementar de manera conjunta y mancomunada las políticas sociales que promuevan la promoción y dignidad de niños, niñas y adolescentes.

Por lo tanto, la cartera social aportó mobiliario y juguetes, además dará aportes económicos pertinentes para el funcionamiento y aportará equipo técnico e interdisciplinario de la Subsecretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, conformado por asistentes sociales, nutricionistas, profesores especiales, psicólogos, entre otros.

“Acá hay solidaridad, compromiso, y amor, que son necesarios para poder materializar esto”, consideró el gobernador y destacó el rol del Centro como una institución que complementa las obligaciones del Estado. “Así se optimizan recursos y esfuerzos, y entre todos logramos buenos resultados”, expresó.

Pidió a la sociedad sensibilización ante la dura realidad que se está viviendo, sobre todo de los niños; “muchas veces, con un solo llamado al 102 podemos sacarlo de un calvario diario, todos podemos hacer algo desde nuestro lugar”,

La fundación

“Estamos comenzando de la meneara que tiene que ser, en orden y con todos los equipos necesarios”, destacó. Aseguró que de ahora en más comienza un camino en conjunto para llevar adelante el trabajo. “Estamos al servicio de la comunidad”, anticipó.

Su objetivo primario es mejorar la calidad de vida de personas y familias. Apuntan no solamente a las mejoras materiales, sino también la integridad de las personas. La fundación comenzó apuntando a los aljibes como una forma de asegurar agua potable para los que jamás lo disfrutaron en el pasado.

También están apuntando a la restauración de vidas a través de un centro de restauración para la familia (comenzando con un hogar de niños).

La fundación trabaja en forma multifaz y en relación con la Iglesia de la Ciudad en Resistencia para llegar a mejorar las vidas de todas las edades en la forma más eficiente y eficaz. Busca autofinanciar su funcionamiento mediante una Huerta Orgánica; cuentan con una hectárea destinada al cultivo, con su perímetro cercado.

También con un galpón de 10x15 metros para la manufactura de las cosechas y el guardado de maquinarias y herramientas.